Los motivos por los cuales el Cristianismo es hostigado por los Señores del mundo. Agostino Nobile
27 Maggio 2024
Marco Tosatti
Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, Agostino Nobile ofrece a vuestra atención estas reflexiones sobre por qué el cristianismo está siendo atacado por los Señores del mundo (occidentales, sobre todo…). Feliz lectura y difusión.
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Los motivos por los cuales el Cristianismo es hostigado
Desde hace años deberíamos saber que Occidente se encuentra sometido por un poder económico -llámese masonería y/o mafia jázara- que pretende erradicar el cristianismo. Hoy las pruebas son abrumadoras. Basta recordar que en los últimos días el Parlamento alemán, gracias a la mayoría socialista, liberal y ecologista, con el apoyo de la izquierda, ha despenalizado la pornografía infantil. La posesión y distribución de pornografía infantil pasó de ser un delito grave a un delito menor. Evidentemente se trata sólo del último paso para llegar a la normalización del maltrato psicofísico a menores.
Llevo años escribiendo sobre el hecho de que los pedófilos están en el poder. No es casualidad que escriba sobre ello en la introducción de mi nuevo libro Post-Christianity, publicado el pasado mes de marzo.
Aquí hay algunos extractos:
– Después de dos mil años de cultura y moral cristianas, podría resultar difícil imaginar la extraordinaria y beneficiosa evolución realizada por grandes santos, teólogos y filósofos fieles al mensaje cristiano. Para tener una idea de cómo era el mundo antiguo antes y durante la vida pública de Jesucristo, así como las sociedades no cristianas, hagamos un breve resumen.
La esclavitud se practicaba en todas las culturas. Tanto en el hinduismo como en el Islam, seis siglos después de Cristo, poseer y comerciar esclavos era un derecho divino. Buda prohibió a sus seguidores ganarse la vida comerciando esclavos, quienes podían formar parte de la comunidad Sangha, pero tenían prohibido convertirse en monjes.
En el cristianismo, Papas como Pío I y Calixto I habían sido esclavos. San Pablo escribe a los Gálatas que “ya no hay esclavo ni libre, sino que todos somos uno en Cristo Jesús”. Después de recordar a los amos sus deberes de humanidad y respeto, invita a los siervos a no usar la violencia, a ser obedientes, dentro de los límites en los que se exige obediencia a un creyente y dentro de los límites de las órdenes que son lícitos para un amo. […].
– Los esclavos y los sirvientes representaban la columna vertebral de la economía, hasta el punto de que en la Atenas clásica, considerada la más evolucionada socialmente, constituían entre el 30 y el 40% de toda la población. El Derecho romano otorgaba poder absoluto al pater familias. El ius vitae ac necis [derecho a la vida y a la muerte] atribuía al pater familias el poder de condenar a muerte al hijo por infracciones graves, así como a los niños deformes, a los ancianos considerados no aptos para el trabajo productivo y a los gemelos, dado que los nacimientos múltiples eran considerados un crimen. El recién nacido tampoco la pasaba bien. Si no era deseado, estaba en condición de expositus [expuesto] o vulgo quaesitus [generalmente buscado], es decir, abandonado en la calle. Si un alma piadosa no cuidaba de él, moría de hambre. En Grecia regían leyes similares. […]-
– En la Roma imperial el espectáculo más apreciado por el pueblo era el combate de los gladiadores. «Por la mañana –escribe Séneca– los hombres son arrojados a los leones y a los osos; después del mediodía, son arrojados a los espectadores». Considerando que el pueblo amaba la violencia atroz como hoy podemos apreciar un partido de fútbol, podemos tener una idea de cuál era el sentido de empatía y humanidad en una sociedad que hoy es recordada exclusivamente por su indudable poder militar organizativo y por el desarrollo de la infraestructura.
Los sacrificios de niños ofrecidos a los dioses eran habituales en muchas culturas. Los sacrificios humanos están documentados en la historia religiosa inca, azteca, maya, eslava, sumeria, asiria, egipcia, india y polinesia. No era desconocido ni siquiera para los Dorios, al comienzo de la civilización griega. […]-
– Para Platón “los hijos no pertenecen tanto a sus padres como a la ciudad”. Bajo la protección de la ley en el mundo antiguo, la pedofilia estaba muy extendida. En Grecia, la corrupción sexual de los niños, es decir, la pederastia, era una práctica legalizada. Todo varón adulto que no fuera esclavo tenía derecho a practicarlo. Tal era la costumbre en Persia, en Roma y en otras culturas donde se mantuvo durante siglos. Muchos emperadores romanos procuraron como amantes a adolescentes varones. Si habían sido secuestrados o vendidos por sus padres, podían ser mutilados para alimentar el comercio de eunucos. Sucedió que incluso los hijos de la nobleza sufrieron el mismo destino.
En el siglo V a. C. C. el gran dramaturgo Aristófanes criticaba ferozmente las relaciones entre varones adultos, porque a través de la laxitud y el libertinaje los atenienses habían perdido el vigor necesario para ser ciudadanos de la polis. Sin embargo, las Academias eran lugares en los que los estudiantes eran víctimas de depredadores desde temprana edad. Griegos como Solón, Esquilo, Sófocles, Jenofonte, Tucídides y Esquines practicaron y exaltaron la pederastia. En Grecia cualquier niño podía convertirse en el blanco de los deseos de hombres adultos. […]. En la práctica, las mujeres eran consideradas contenedores que producían seres humanos.
¡Podemos imaginar el horror que sintieron estas sociedades cuando escucharon a un carpintero de Galilea decir que todos somos hijos de un solo Dios Padre! O el espanto al oír: “Pero cualquiera que escandalice incluso a uno solo de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino movida por un asno y le arrojaran en lo profundo del mar”. Los depredadores de niños habrán tenido al menos ataques de urticaria por estrés.
De hecho, estoy convencido de que la igualdad evangélica de todos los seres humanos ante Dios, desde la concepción hasta la muerte natural y el citado pasaje del Evangelio de san Mateo son los motivos principales por los cuales el cristianismo nunca ha sido visto con buenos ojos en Occidente y en todas las culturas pasadas y actuales. […].
– El ser humano siempre ha sido muy sensible al sexo, y quien lo permite sin demasiadas cláusulas y tabúes aumenta notablemente las posibilidades de contagiarse. No es casual que en la religión globalista actual las plataformas de Internet oculten los insultos contra el género, reales o no, mientras la pornografía está en auge, no se la prohíbe, es gratuita y también los niños mínimamente conscientes pueden acceder a ella. Además del alto porcentaje de jóvenes sexo dependientes y homosexuales, sólo en Estados Unidos -según el CDC de salud- los que cambiaron de sexo quirúrgicamente aumentaron en más del 20%. En Europa no se han hecho estimaciones, pero no sería sorprendente que se obtuvieran los mismos porcentajes.
La esclavitud y la pedofilia, legalmente o no, se practican todavía hoy en todos los continentes. En Japón, donde a lo largo de los siglos los cristianos han sufrido diversas masacres hasta eliminar su presencia, un adulto tiene pleno derecho a tener relaciones sexuales con un niño a partir de los trece años. La mayor parte de la solicitación sexual se tolera gracias a esta trampa legal. La representación de menores involucrados en actividades sexuales fue prohibida en la década de 1990. Hasta ese momento había muchos tipos de cómics porno disponibles, incluidos los homoeróticos, que se producían para menores. […] Aunque sexualmente atenuado, todavía existe hoy, y no se trata de secularistas. La historia de Japón es inseparable del budismo. Así que no nos sorprenda si el Dalai Lama, de casi ochenta años, en respuesta a un niño que le pide un abrazo, le dice: “Chúpame la lengua”, como ocurrió el 29 de febrero de 2023.
Si el cristianismo hubiera apoyado la esclavitud y el sexo libre, lo más probable es que hubiera tenido una historia menos complicada y menos enemigos. El mundo habría quedado en manos de los poderosos y, al no haber temor a Dios y amor a los demás, tal vez no se habría producido el desarrollo en beneficio de la humanidad. Sin la compasión y la caridad cristiana no habría razón para que la investigación médica y tecnológica mejorara la vida de las personas. Además, en una sociedad donde la esclavitud es legal, hay muchas menos cabezas pensantes y cultas que en países donde todos nacen libres y educados en los valores cristianos. […].
– Nadie en su sano juicio puede pensar que la legalización del aborto beneficiará a la sociedad y al ecosistema cuando acogen a miles de inmigrantes ilegales porque, dicen, falta mano de obra. Si fuera cierto que la superpoblación perjudica a la biosfera, ¿por qué, en lugar de recompensar a Occidente por causar el invierno demográfico, los gobiernos abren sus puertas a millones de inmigrantes ilegales que crean caos social, división y más contaminación? Por cierto, la inmensa mayoría son jóvenes musulmanes, recompensados por los gobiernos occidentales. […].
– Antes de que el movimiento LGBT se convirtiera en el “juez inapelable”, los homosexuales no eran perseguidos. Ganaban y ganan millones en los campos del arte, la literatura, la música y la moda. Pero el Sistema ha impuesto el neologismo homofobia para poder degradar lo hetero y promover el homosexismo desde las escuelas infantiles. La fórmula funciona siempre. Si los enemigos no existen se construyen en la mesa mediante calumnias y neologismos, para luego alimentar a los medios de comunicación que, como sabemos, pertenecen a los lacayos de la Cúpula financiera.
En Occidente se están relativizando los conceptos de mujer y hombre y, para institucionalizar la pedofilia, de niño y adulto. Lo razonable y lo demencial, lo bello y lo feo, la libertad y la tiranía se han convertido en conceptos obsoletos. Los medios de comunicación, los políticos y los jefes de gobierno llaman democracias a los países que han traicionado las Constituciones occidentales con confinamientos y sueros. Todo ello para que unos pocos señores del Sistema puedan gobernar fácilmente a millones de esclavos convencidos de que son libres, desprovistos de pertenencia y de vínculos afectivos estables que puedan conducir a la procreación. De hecho, la prioridad del Sistema, además de instaurar una nueva forma de esclavitud y la pedofilia, es la despoblación. El ecologismo, la pornografía, el aborto, la eutanasia, los movimientos homosexuales y los valores líquidos tienen este objetivo. […].
Agostino Nobile
Publicado originalmente en Italiano el 25 de mayo de 2024, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
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Tag: cristianismo, nobile, senores del mundo
Categoria: Generale