Dignitas Infinita. Un documento sin fe para un mundo sin fe. Joachim Heimerl

25 Aprile 2024 Pubblicato da

Marco Tosatti

Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, Joachim Heimerl, a quien agradecemos de corazón, les ofrece estas reflexiones sobre Dignitas Infinita, el documento más reciente de la Congregación para la Doctrina. Diviértanse leyendo y difundiendo,

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La pérdida de la fe en Roma y el documento sobre la dignidad humana.

Un texto sin fe para un mundo carente de fe

por Joachim Heimerl

 

Recientemente, el cardenal Robert Sarah hizo que la gente se sentara y escuchara cuando habló del “ateísmo” que se está extendiendo en la Iglesia. Con esto no se refería de ninguna manera a la periferia neopagana de la Alemania “sinodal”, sino más bien al centro de la Iglesia: Roma.

También asumió esta posición el obispo Joseph Strickland, la voz profética de Texas. En una carta a los fieles escribió que había demasiadas fuerzas en el Vaticano que querían destruir la fe sobrenatural, refiriéndose explícitamente a un gran número de altos prelados.

Se equivoca quien crea que me estaría refiriendo una vez más a Fiducia supplicans y a la llamada “bendición” de las llamadas “parejas irregulares”. El hecho de que Roma haya abandonado aquí el fundamento de la Fe cristiana y de la Revelación divina es tan evidente que no es necesario señalarlo nuevamente.

El tema se pone más interesante cuando nos fijamos en el documento más reciente sobre la dignidad humana, que lleva por título Dignitas infinita: “Dignidad infinita”.

Esto suena lindo y nadie se atreverá a contradecirlo: el título en sí es tan suave y superficial como agradable. Un texto político podría justamente tener el mismo título, pero ciertamente sonaría menos patético.

Al fin y al cabo, todo el mundo sabe que la dignidad humana no puede ser limitada por nadie y que determinados derechos, como los derechos fundamentales, son “preestatales”, es decir, nadie, ni siquiera el Estado, puede arrebatárselos a nadie. Esto está muy bien y es hermoso, pero seamos honestos por una vez: la Iglesia no es necesaria para todo esto, si bien Dignitas infinita analiza la violación de la dignidad humana con numerosos ejemplos.

En general, el documento no ofrece “nada nuevo bajo el sol” y la mayoría de los lectores lo dejan de lado desinteresadamente. En el fondo, se trata de un texto superfluo, en el que se nota que han intervenido muchos autores en su redacción: no es una pieza única ni ha tenido gran éxito y, sobre todo, le falta lo crucial: la dimensión religiosa.

Aunque aparece de vez en cuando, casi un poco tímidamente, las grandes preguntas siguen sin respuesta: ¿Qué pasa con la dignidad humana y la realidad del pecado? ¿Y qué rol juega en esto la gracia de Dios?

No se encuentra en el texto la más mínima respuesta a estas preguntas, o si finalmente se puede perder la dignidad humana. – ¿Cómo se relaciona esto con la salvación eterna y qué pasa con aquellos que pierden esta salvación? ¿Hay dignidad humana en el infierno y allí también es “ilimitada”? ¿Y qué pasa con aquellos que pisotearon la dignidad de millones de personas, como Hitler y Stalin, por ejemplo?

El documento guarda deliberadamente silencio sobre todo esto. Da la impresión de que la “dignidad infinita” es sólo una fórmula retórica vacía que no se quería llenar con lo más importante: con la fe católica y quizás ni siquiera con las cuestiones decisivas del cristianismo.

En este sentido, este documento no sólo es bonito e inofensivo, sino que de alguna manera es expresión de una nueva falta de fe, en definitiva, de lo que el cardenal Sarah ha llamado el “ateísmo” en la Iglesia. El hecho de que esto se extienda cada vez más se puede observar en todas partes y no pocas personas tienen en sus oídos las palabras de Nuestra Señora de La Salette (1846): “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo”.

Por supuesto, eso suena escandaloso, y sólo por esta razón, después de que la aparición fuera reconocida por la Iglesia, hubo prisa por nivelar esta parte del mensaje. Sin embargo, será tanto más interesante observar que el cielo jamás se equivoca.

Ya no se puede negar el hecho de que la pérdida de fe en Roma comenzó hace tiempo.

Recordemos que el papa Francisco sostiene -en privado- el punto de vista que divulga abiertamente el inadmisible prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Fernández, a saber, que el infierno está vacío.

Respecto a esto Jesucristo dijo todo lo contrario y es precisamente ahí donde radica el problema: si el infierno está vacío, no hay necesidad de Cruz ni de Redención, ni de Iglesia ni de Gracia.

Incluso la dignidad humana es entonces sólo un vehículo hecho por el hombre, y a pesar del hermoso título, Dignitas infinita es básicamente sólo esto: un texto sin fe para un mundo sin fe. “Nada nuevo bajo el sol”.

 

Publicado originalmente en alemán el 24 de abril de 2024, en https://www.marcotosatti.com/2024/04/24/dignitas-infinita-ein-dokument-ohne-glaube-fur-eine-welt-ohne-glaube-joachim-heimerl/

Traducción al español de la versión en alemán: José Arturo Quarracino

 

 

 

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1 commento

  • Amparo ha detto:

    Qué acertadas palabras las del Padre Heimerl! No se podía hablar más claro.
    En primer lugar, como dice Don Joaquín Heimerl, aquí, en este Documento, han intervenido tantos autores al punto de juntar a la ONU con Santo Tomás de Aquino y distorsionar, como de costumbre, al Santo Papa Juan Pablo II. En particular, me llama la atención la insistencia en definir la dignidad humana como infinita, lo cual es una verdadera herejía. Todo lo demás, en efecto, suena muy bonito, pero ya nos avisó San Pío X que los herejes modernistas suelen actuar así. En conclusión, NO HAY QUE ESPERAR NADA DE UN VATICANO OCUPADO POR LOS GLOBALISTAS. HUBIERA SIDO UNA BUENA OCASIÓN PARA QUE EL “PAPA FRANCISCO” HUBIERA PEDIDO PERDÓN A LAS VÍCTIMAS DE LAS FALSAS VACUNAS Y DE LA FARSA PANDÉMICA APOYADA POR EL VATICANO. ESTO SÍ QUE ES PISOTEAR LA INVIOLABLE DIGNIDAD HUMANA. HIPÓCRITAS!