Zelensky hace oídos sordos al Papa. Quien ni siquiera lo menciona en el Angelus….

17 Maggio 2023 Pubblicato da Lascia il tuo commento

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, me parece interesante ofrecer a vuestra atención este comentario de nuestro colega Marco Politi, a quien agradecemos la gentileza, sobre la visita que el dictador Zelensky hizo al Vaticano en días pasados. Y que en el fondo nos parece que no ha sido sino un capítulo más de la guerra de imagen y propaganda que Zelensky ha estado librando desde siempre. Feliz lectura y difusión.

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Que se recuerde, nunca ha ocurrido que un jefe de Estado, al reunirse con el pontífice, abra sobre la mesa de la entrevista un gran cuaderno con los puntos a precisar.

Al Papa va un líder para hablar, pero también para escuchar. Para exponer su propia visión y al mismo tiempo acoger la perspectiva, que procede de una importante autoridad ético-política ciertamente libre de divisiones militares y de poder económico y, sin embargo, cargada de una memoria secular. Con la mente fría, luego de la cumbre, queda claro que el presidente ucraniano no tenía ningún deseo de escuchar la palabra de Francisco.

El lenguaje corporal dice mucho. A su llegada al edificio Aula Nervi, frente al pontífice, Zelensky parecía a veces torpe, como alguien que no sabe exactamente cómo sentarse, cómo saludar, cómo empezar su discurso. Zelensky sabe qué es un Papa y lo que es este Papa argentino. Pero su objetivo no era un intercambio de ideas.

Su objetivo era arrinconar a Bergoglio, sabotear toda hipótesis de mediación vaticana, obligarle a enfrentarse a las apremiantes -y propagandísticas- exigencias del líder ucraniano: 1. Unirse a la condena de Putin como criminal, 2. Presionar para que se acepte como única salida el llamado “plan Zelensky”, que no es un plan de paz, sino una lista de condiciones que una Rusia de rodillas debería verse obligada a aceptar, porque el chantaje de las sanciones continuaría incluso después de la retirada del ejército ruso.

“Ocupar ciudades rusas, bombardear oleoductos y atacar con tropas más allá de la frontera”: los planes de Zelensky en los documentos de la inteligencia estadounidense.

Por eso el cuaderno colocado sobre el escritorio con los puntos bien a la vista. Referidos en parte a cuestiones humanitarias (ayuda a la población, intercambio de prisioneros, repatriación de niños) y sobre todo exigencias políticas que culminan en el axioma de que la única paz es la impuesta por una Ucrania victoriosa y en los términos exactos decididos por los dirigentes ucranianos.

Así aparece claramente el abismo entre el objetivo de Francisco, orientado hacia un alto el fuego para favorecer una paz negociada, y el planteamiento de Zelensky. Un abismo subrayado incluso por los regalos intercambiados. Por parte del pontífice, una escultura de bronce de una rama de olivo; por parte del presidente, iconos forjados en el odio al enemigo invasor. Una Virgen pintada sobre una placa antibalas con los colores ucranianos simbólicamente marcados por los bombardeos moscovitas, y otro cuadro con la Virgen sosteniendo en sus brazos a un Niño sin rostro, completamente negro y “borrado”: para recordar a los niños muertos en el conflicto.

Regalos para subrayar que el enemigo es bárbaro y que no se puede negociar con él. Y menos aún se quieren mediadores inoportunos.

Veinticuatro horas antes de la llegada de Zelensky al Vaticano, la línea de los dirigentes ucranianos había quedado trazada por las declaraciones del asesor presidencial Mykhailo Podolyak: “No hay término medio… Hay un agresor absoluto, Rusia, que ha venido a matar y destruir… Y está Ucrania, que defiende a sus hijos y sus territorios… Cualquier intento de decir simplemente ‘paren la guerra, vengan a la mesa de negociaciones’ significaría forzar a Ucrania a la derrota”.

Con un corolario explícitamente dirigido al papa Francisco: “Quizás el Vaticano esté dispuesto a demostrar una comprensión mucho más profunda de estas cuestiones. Tal vez el Vaticano esté dispuesto a reconocer que Rusia… ha desencadenado una gran guerra no provocada”. Una bofetada en el rostro a la política de la Santa Sede, acusada de ser incapaz de hacer análisis adecuados y de no querer reconocer la agresión de Putin. Bofetadas del mismo tipo que los colaboradores de Zelensky han reservado para Francia en el pasado, cuando Macron intentó adoptar una línea independiente, y para Alemania cuando Berlín se mostró reticente a la escalada armamentística.

Ahora es el turno del Vaticano. El sábado por la noche, Zelensky reiteró en una forma algo más educada: “Con el debido respeto a Su Santidad, no necesitamos mediadores. Sólo hay un plan de paz y es el ucraniano”.

La única reacción vaticana: en el Ángelus del domingo, el pontífice no mencionó la reunión con Zelensky. Señal de que no la considera en absoluto productiva a efectos de frenar la escalada hacia un conflicto cada vez más sangriento y peligroso.

 

Marco Politi

Publicado originalmente en italiano el 16 de mayo de 2023, en https://www.marcotosatti.com/2023/05/16/zelensky-sordo-dal-papa-che-allangelus-non-lo-cita-neppure/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

 

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