Marco Tosatti

Muy estimados Stilumcuriales, un amigo de nuestro sitio web, Luca Pignataro, nos ha enviado esta breve y significativa reflexión sobre una las de las modas eclesiales del momento, particularmente exaltada en este pontificado, y que en realidad parece exhibir la insipidez de los líderes. Disfruten la lectura.

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Cuando en los años ochenta Mozambique estaba oprimido por un régimen marxista-leninista hostil a las religiones, los protestantes locales adoptaron una actitud “pastoral” -en la práctica, asistencialista y de escucha, evitando la crítica-, mientras que buena parte de la Iglesia católica (algunos pastores eran más tímidos o estaban coludidos con la teología de la liberación) adoptó una actitud “profética”, por lo tanto, de crítica valiente. Unos años más tarde el régimen tuvo que ceder.

Hoy en día, el papa Francisco sólo quiere la “pastoralidad”, es decir, el rechazo absoluto a las críticas de las ideologías dominantes.

Resultado: la religión es irrelevante y objeto de burla y los fieles cristianos son amenazados e intimidados, o explotados con fines de asistencialismo.

Al mismo tiempo, el papa Francisco quiere la “sinodalidad”, es decir, que en apariencia los pastores decidan junto a los fieles laicos.

Ahora bien, es evidente que no tiene mucho sentido un pastor que decide preguntando a las ovejas lo que quieren (y de hecho la supuesta sinodalidad sirve para transmitir opciones hechas desde arriba): si es pastor, debe conducir a las ovejas, pero hacia el verdadero Bien, no hacia sí mismo, dando así testimonio de fe.

Y los fieles (las ovejas) tienen todo el derecho a esperar que los pastores lo hagan sin buscar excusas detrás de una presunta necesidad de escuchar a los que se rebelan contra la doctrina y objetan la fe (a estas personas hay que ayudarlas con caridad en la verdad, no exaltarlas como modelos), o detrás de la obediencia a las ideologías dominantes o a las modas imperantes en el momento (indebidamente definidas como “signos de los tiempos”, expresión evangélica que en realidad tenía un sobreentendido de crítica, no de adaptación al presente).

Tampoco parece correcto identificar a los fieles sólo con los militantes de alguna asociación o con los que rondan la parroquia todos los días. Hay muchos creyentes que -con toda legitimidad- van a Misa, pero no tienen ni tiempo ni medios para frecuentar la parroquia, o no se reconocen en sus parroquias, a menudo en manos de sacerdotes mediocres y laicos politizados, ni tampoco en lo que se han convertido las asociaciones “católicas”, ni forman parte de movimientos religiosos ni comparten el progresismo ideológico imperante incluso en la Iglesia.

¿Por qué no tienen derecho a ser escuchados?

¿Por qué no se puede discutir lo que he esbozado?

¿Por qué tenemos que asistir a espectáculos como el de los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana, que hace unos días aplaudieron al papa Francisco frente las cámaras, asegurándose cada uno de ellos de no ser el primero en dar la impresión de dejar de aplaudir, y luego fueron incapaces de cantar el Veni Creator?

Luca Pignataro

Publicado originalmente en italiano el 31 de mayo de 2021, en https://www.marcotosatti.com/2021/05/31/sinodalita-lassurda-idea-che-i-pastori-di-chiedano-al-gregge-di-guidarli/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

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