Monseñor Ics y el Cardenal Sarah. El papa Bergoglio cada Vez más Parecido a Nerón

21 Febbraio 2021 Pubblicato da Marco Tosatti

Marco Tosatti

Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, Monseñor Ics nos ha enviado este breve comentario sobre la dimisión del cardenal Robert Sarah. Dimisión aceptada, mientras otros, y quizás con un currículum no tan limpio como el de este cardenal africano, habiendo superado hace tiempo los setenta y cinco años canónicos, siguen medrando a la sombra del papa Bergoglio… ¡mah! ¿Pero no le había dicho a Müller que quería desde entonces -hace tres años- aplicar estrictamente la regla de los 75 años? ¿Mentira, cambio de opinión, olvido o el “Marqués del Grillo”?[1] La sentencia depende de ustedes. Disfruten su lectura.

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Bergoglio cada vez más parecido a Nerón

Querido Tosatti, a partir de hoy el cardenal Robert Sarah es un hombre libre, un sacerdote libre, y ciertamente más sereno.

Bergoglio debe pensar que lo ha castigado, cuando en realidad lo ha liberado.

Ayer, ante la noticia de su renuncia, pensé en primer lugar en el alivio que debió sentir este santo hombre al no verse ya obligado a vivir una unidad de vida imposible (como prefecto del Culto Divino) bajo el mandato de Bergoglio.

Pensé en el alivio que debió sentir el cardenal Sarah al no tener que aceptar el compromiso entre su responsabilidad personal y la de un miembro de una Prelatura que no quería implicar indirectamente con un comportamiento que no era del agrado del Papa.

Pensé en el alivio que debió sentir al no estar más obligado a elogiar públicamente al Papa ni observar sus indicaciones que no comparte (pensemos en la letanía sobre los migrantes o en el milagro de la traslación de la Santa Casa de Loreto).

Pensé en el alivio que debió sentir al no verse ya obligado a conciliar su sentido de la responsabilidad hacia Dios y la obediencia forzosa a los humores y disposiciones de un “Nerón” del catolicismo.

La dimisión del cardenal Sarah me hizo pensar justamente en Séneca y Nerón, quién sabe por qué. Séneca fue un filósofo estoico romano, muy poderoso bajo el imperio de Nerón hasta que lo complació; cuando dejó de hacerlo, fue inducido por él a suicidarse (65 d. C.).

Nerón incendió Roma, Bergoglio está incendiando la Iglesia romana.

Séneca, que explicó los errores de Nerón, fue inducido al suicidio. Sarah, culpable sólo de haber manifestado la Verdad, fue despedido.

Ambos, Nerón y Bergoglio, condenaron las intenciones de sus consejeros, sólo porque decían la verdad.

El blog bergogliano – Faro de Roma – escribe que el Papa se vio obligado a renunciar a Sarah debido a las demasiadas provocaciones que éste último le hiciera, así como en vista de un futuro cónclave.

Explica que el Papa Bergoglio no toleraba que Sarah defendiera una supuesta “verdadera catolicidad” distinta a la suya.

No toleraba que fuera a menudo a ver a Benedicto XVI para llorar con él sobre la Iglesia.

No toleraba que escribiera libros, diera entrevistas y que buscara notoriedad en la opinión pública.

El Papa le habría advertido, amonestado, reprendido públicamente e incluso le corregía con una carta. El Papa no toleró sobre todo su libro sobre el celibato de los sacerdotes, escrito con Benedicto XVI cuando Querida Amazonia estaba en marcha. Siempre dice – el Faro de Roma – que “Sarah ha demostrado que no entiende la situación y que le importa poco la unidad de la Iglesia”.

Sarah había comprendido perfectamente la situación y rezaba sin cesar por la unidad de la Iglesia puesta a dura prueba por el actual pontífice.

Yo lo sé.

Mons ICS

Publicado originalmente en italiano el 21 de febrero de 2021, en https://www.marcotosatti.com/2021/02/21/mons-ics-e-il-card-sarah-papa-bergoglio-sempre-piu-simile-a-nerone/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

[1] El marqués del Grillo es una película italiana de 1981 dirigida por Mario Monicelli, ambientada en la época del papa Pío VII. Trata del marqués Onofrio del Grillo, quien no hace nada desde la mañana hasta la noche, y al que le gusta hacer bromas continúas a sus familiares, amigos y a él mismo, incluso al Papa.