Fiducia Supplicans: Golpe de mano de una secta de herejes corruptos. Carlo Maria Viganò

8 Gennaio 2024 Pubblicato da Lascia il tuo commento

7 Gennaio 2024 Pubblicato da Marco Tosatti, su https://www.marcotosatti.com/2024/01/07/fiducia-supplicans-colpo-di-mano-di-una-setta-di-eretici-corrotti-carlo-maria-vigano/  

Marco Tosatti

Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, ofrecemos a vuestra atención esta entrevista del arzobispo Carlo Maria Viganò publicada en Life Site News. Feliz lectura y compartir.

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Michael Haynes entrevista a

Monseñor Carlo Maria Viganò

Sobre el comunicado de prensa respecto a la recepción de

Fiducia Supplicans

 

En https://www.lifesitenews.com/news/archbishop-vigano-cdl-fernandezs-defense-of-fiducia-supplicans-shows-his-manifest-heresy/

 

El cardenal Fernández escribe [en su comunicado de prensa del 4 de enero] que “no hay lugar para distanciarse doctrinalmente de esta Declaración o para considerarla herética, contraria a la Tradición de la Iglesia o blasfema”. ¿Cómo respondería Usted a tal observación?

No sorprende que el autor de un documento que es en sí mismo herético intente defenderlo contra toda evidencia. Sin embargo, se sorprende por el descaro de los que contradicen esa sinodalidad que, según los bergoglianos, debería dar autonomía a las “Iglesias particulares”. Pero esto es lo que sucede cuando un lobby que dice tener legitimidad “democrática” descubre que el pueblo -que es soberano sólo de palabra- no apoya sus planes subversivos. El consenso popular se convierte entonces en “derivación populista” (como cuando los demócratas no ganan honestamente en una elección) y lo mismo ocurre en la “Iglesia” bergogliana.

Sin embargo, me gustaría llamar la atención sobre otro elemento que no debe subestimarse en absoluto: la provocación deliberada por parte de Bergoglio y de su secuaz. Si Tucho hubiera actuado realmente de buena fe, nunca jamás habría promulgado la Declaración Fiducia Supplicans, porque era ampliamente previsible que este golpe de mano suscitaría protestas muy fuertes. Por la forma en que se ha desarrollado este escandaloso asunto -hasta el punto de no convocar la sesión plenaria del Dicasterio para discutir el contenido del documento- se comprende lo que ya he anunciado desde hace tiempo: que Bergoglio quiere provocar un cisma en el Iglesia y empujar a los Pastores y fieles a irse, o en todo caso a encontrarse en una situación de ostracismo voluntario o impuesto, en la que su resistencia sea de hecho anulada o ignorada.

Esto es lo que constituye la impronta del “pontificado” del jesuita argentino, y él mismo lo afirmó en 2016: “Podría pasar a la historia como quien dividió a la Iglesia”.

Esta acción divisoria, típica del Maligno, que es espíritu de división y sembrador de discordia, es irrefutable y encuentra posterior demostración en la provocación de Fiducia Supplicans, que es defendida por su autor en un grotesco conflicto de intereses, incluso decidiendo motu proprio que no se la puede considerar herética o blasfema, sin argumentar y sabiendo perfectamente que el Magisterio de la Iglesia siempre ha condenado la sodomía y, en consecuencia, ha considerado impensable bendecir o incluso aprobar indirectamente a quienes viven en un estado de concubinato público o como sodomitas.

En cualquier caso, cualquier documento que lleve la firma de Tucho puede considerarse carente de valor alguno, debido a la herejía manifiesta del propio Tucho y por su complicidad con Bergoglio para desacreditar a la Santa Iglesia, usurpando su autoridad para demolerla desde dentro.

 

El cardenal Fernández dice también que la oposición a Fiducia Supplicans “no puede interpretarse como oposición doctrinal, porque el documento es claro y definitivo sobre el matrimonio y la sexualidad”. Sin embargo, parece que toda la oposición a FS no se basa en el reconocimiento del hecho de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, sino en el hecho de que permite bendiciones para las parejas del mismo sexo.

Este documento es un monumento a la hipocresía farisaica. En primer lugar, pretende ignorar que la distinción bizantina entre bendiciones litúrgicas y extralitúrgicas se contradice en forma evidente por el valor que les atribuyen quienes las imparten y quienes las solicitan, además por supuesto por los que han considerado apropiado pronunciarse sobre el tema ahora. Un buen párroco sabe muy bien que para el fiel laico promedio, el simple bendecir una unión significa aprobarla.

Además, bendecir a una pareja de pecadores públicos, aunque sea en la sacristía, con familiares y amigos, se considera un requisito previo necesario para llegar luego, en un tiempo relativamente breve, al matrimonio tout-court.

Por otra parte, se hizo más o menos lo mismo cuando, en el ámbito civil, se crearon los Pacs (Pacto Civil de Solidaridad) para acompañar el matrimonio entre un hombre y una mujer, gracias al apoyo de los partidos conservadores a quienes se les había hecho creer que esas uniones civiles no tenían intención de cuestionar el matrimonio tradicional. Y de hecho hoy en día existen matrimonios civiles entre personas del mismo sexo, y nadie recuerda siquiera lo que  eran las uniones civiles.

Para engañar, Tucho quiere que se preste atención a un aspecto irrelevante -justamente, que la bendición no pone en duda que el Sacramento del Matrimonio sólo es posible entre un hombre y una mujer-, para evitar tomar en consideración la sodomía, que como pecado contra natura que clama venganza al Cielo, lo que de hecho Fiducia Supplicans desclasifica y legitima. De esta manera, se ignoran las consecuencias que Fiducia Supplicans tendrá realmente -consecuencias que ya podemos ver aplicadas en forma consistente por sacerdotes y obispos bergoglianos.

La primera de ellas es inducir entre los fieles la idea de que una unión homosexual o en otro modo ilegítima puede tener una especie de legitimación de segunda clase-, abriendo esa ventana de Overton que llevará necesariamente no sólo a la legitimación de los matrimonios homosexuales, sino también a la legitimación entre múltiples cónyuges (en nombre de la inclusión hacia quienes practican el poliamor) o con menores (cuando la pedofilia, según los auspicios de la ONU, sea reconocida como normal) o con animales. Recuerdo, de pasada, que entre las preocupaciones del Sínodo sobre la Sinodalidad manipulado por Bergoglio estaba también la atención pastoral no sólo a las parejas ilegítimas de concubinos o sodomitas, sino también a los polígamos. Releyendo estos desiderata hoy comprendemos cuál era la voluntad de Bergoglio y de sus cómplices desde el principio.

Por otra parte, desde hace sesenta años las excepciones a las normas ordinarias se han usado como pretexto para introducir innovaciones que de otro modo eran inaceptables, desde la práctica de administrar la Comunión en la mano hasta la institución de los “ministros de la Eucaristía” y de las monaguillas, desde la introducción de idiomas vernáculos en sustitución del latín hasta el reemplazo del canto gregoriano por canciones profanas.

Agrego también otro elemento: el hecho de que las “parejas” que piden esta bendición ya están “casadas” civilmente o tienen intención de hacerlo y no consideran pecaminosa su unión. Es esa unión pecaminosa la que se pide que sea bendecida, son los dos componentes de esa unión pecaminosa los que piden ser bendecidos.

Tucho sabía muy bien que no podía emitir esta Declaración con la aprobación de los miembros del Dicasterio y del Episcopado, por ser contraria a la Fe y a la Moral. Por este motivo tuvo que recurrir a un golpe de mano, manteniendo bien oculta la redacción del documento para evitar que fuera bloqueado incluso antes de su publicación. Pensar que lo hizo sin considerar las reacciones que habría suscitado es, en consecuencia, ingenuo, porque el objetivo de Tucho era precisamente crear división en la Iglesia. Su airada reacción confirma que la sinodalidad -como toda la ficción pastoral bergogliana- es sólo la pantalla hipócrita detrás de la cual se oculta el autoritarismo tiránico de una secta de herejes corruptos que hacen suyas las exigencias antihumanas de la élite globalista, pisoteando la enseñanza de Cristo.

 

El cardenal Fernández dice que los pasajes de FS sobre las bendiciones son “doctrina perenne”, pero también admite que la “verdadera novedad” de FS es su enseñanza sobre las bendiciones, la cual es “un desarrollo real respecto de lo que se ha dicho sobre las bendiciones en el Magisterio y en los textos oficiales de la Iglesia”. ¿Qué tenemos que hacer con todo esto?

Si quisiéramos poner un ejemplo de lo que se entiende por “jesuitismo”, creo que estas palabras de Tucho podrían resumir perfectamente el concepto. Básicamente, lo que Tucho intenta hacernos creer es que sí, las Bendiciones como sacramentales son doctrina perenne, pero para poder bendecir a una pareja irregular era necesario introducir esa “verdadera novedad” que las distorsiona, haciendo esta aplicación específica ipso facto extraña a la doctrina perenne debido al cambio introducido.

Esto ya ha sucedido en el ámbito doctrinal con la arbitraria y absurda condena de la pena de muerte, introducida por Bergoglio con el mismo recurso retórico que oculta el engaño: la pena de muerte ha sido considerada legítima y ésta es doctrina perenne; pero hoy introducimos la “verdadera novedad” de su naturaleza antievangélica y por eso la condenamos.

Es previsible que con la misma hipocresía farisaica Tucho y su maestro inventarán una forma de “ministerio no ordenado” para las mujeres, por un lado reiterando que el Sacerdocio está limitado sólo a los varones, y esto es una doctrina perenne, pero agregando la “verdadera novedad” de un “ministerio no ordenado”, es decir, de un sacerdocio-no-sacerdocio, de un diaconado-no-diaconado. Todos comprenden que esto es locura pura, dictada por una mente herética y motivada por una mala voluntad.

Debemos comprender de una vez por todas que ellos están usurpando la sagrada autoridad de los Pastores de la Iglesia de Cristo para destruirla, condenar las almas, ofender a la Majestad divina y obedecer a sus amos; exactamente como en el ámbito civil los gobernantes de las naciones occidentales están subordinados -por interés o chantaje- a la élite globalista y anticrística.

Ambos se aprovechan de su poder para hacer el mal, en contra del propósito para el cual fue instituido ese poder. Si seguimos obedeciendo a una autoridad corrupta, sin perseguirla y juzgarla como se merece, nunca saldremos de este impasse.

 

Publicado en Italiano el 7 de enero de 2024, en https://www.marcotosatti.com/2024/01/07/fiducia-supplicans-colpo-di-mano-di-una-setta-di-eretici-corrotti-carlo-maria-vigano/

Traducción al español de la versión original en inglés por: José Arturo Quarracino

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