“Desmasculinizar la Iglesia”: ¿la Santa Sede como bur**l de Soros? Quarracino.

6 Dicembre 2023 Pubblicato da 1 Commento

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, ofrecemos a su atención, en nuestra traducción, este artículo de José Arturo Quarracino, a quien agradecemos de todo corazón. De hecho, no pude contener unas carcajadas al leer sobre la invitación de Jorge Mario Bergoglio a desenmascarar a la Iglesia, pensando en los prelados de fucsia que deambulan por los Palacios Sagrados… Yo diría que el problema sería al revés. buena lectura y compartir.

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“Desmasculinizar la Iglesia”: ¿la Santa Sede como burdel de la Open Society Foundations de los Soros?

Días pasados el papa Bergoglio sorprendió con un nuevo conejo sacado de la galera, pero con palabras que muestran su confusión conceptual-doctrinal eclesiológica y su sometimiento cada vez más servil a la agenda femi-progresista del Nuevo Orden Mundial, negadora de la rica historia de las mujeres santas en la vida de la Iglesia Católica.

                  

El 30 de noviembre ppdo. el obispo de Roma, pontífice de la Iglesia Católica (¿y ex vicario de Cristo?[1]) tuvo un encuentro con los miembros de la Comisión Teológica Internacional, organismo que forma parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

En ese encuentro don Jorge Mario Bergoglio improvisó unas palabras, aparte del discurso preparado para la ocasión, en las que puso en evidencia su confusión doctrinal, su rechazo a la historia misma de la Iglesia; palabras que ponen en evidencia el servilismo del pontífice a favor de la praxis feminista predicada y subvencionada por el clan Soros y difundida a través de organizaciones “no gubernamentales” que trabajan a favor del Nuevo Orden Mundial y de la Agenda 2030 de Naciones Unidas/Klaus Schwab [Foro Económico Mundial]. 

En ese discurso improvisado don Jorge Mario Soros-Bergoglio dijo que había pocas mujeres en la Comisión, solamente 5, y que debía haber más. Y dijo textualmente: “La Iglesia es mujer. Y si no entendemos lo que es una mujer, lo que es la teología de una mujer, nunca entenderemos lo que es la Iglesia. Uno de los grandes pecados que hemos tenido es “masculinizar” la Iglesia. Y esto no se resuelve por la vía ministerial, eso es otra cosa. Se resuelve por la vía mística, por la vía real. El pensamiento de Balthasar me ha dado mucha luz: principio petrino y principio mariano. Esto se puede debatir, pero los dos principios están ahí. El mariano es más importante que el petrino, porque está la Iglesia como esposa, la Iglesia como mujer, sin masculinización”. Y dice poco después que su intención al plantear esto es “para ayudar a reflexionar. La Iglesia como mujer, la Iglesia como novia. Y esta es una tarea que os pido, por favor. Desmasculinizar la Iglesia”[2].

 

1. Al leer estas palabras el primer interrogante que surge es dónde y con quiénes el hoy obispo de Roma estudió teología, porque evidentemente cree que está haciendo una gran contribución a la “teología”, cuando en realidad está balbuceando palabras para personas que doctrinalmente son ignorantes de la fe cristiana, porque cualquier iniciado en la doctrina cristiana -y mucho más un teólogo de profesión- ha aprendido que la Iglesia no sólo es Cuerpo de Cristo, sino también y como tal es Esposa de Cristo, o Novia de Cristo (Ef 5, 22-23, 25-26; Ap 21, 9).

2. Afirma a continuación que “uno de los pecados que hemos tenido es ‘masculinizar’ a la Iglesia”. ¿“Hemos tenido”? ¿Quiénes: los jesuitas, los cardenales amigos suyos, los abusadores seriales protegidos por él? ¿Quiénes? Hubiera sido una gran contribución que identificara a quienes se refiere, porque en realidad si hay algo que ha hecho la Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica, ha sido destacar y resaltar su esencia femenina, al venerar desde los comienzos mismos de la existencia de la Iglesia la figura y el rol de la Santísima Virgen María, a quien hoy millones de varones en el mundo le rezan en público y de rodillas. Pero parece que el buen Francisco desconoce esta realidad. Pero además hay en el santoral de la Iglesia una gran cantidad de mujeres proclamadas santas, veneradas en los altares e inspiradoras en su vida de grandes obras de evangelización y de constitución de órdenes religiosas: santa Águeda, santa Angela de Foligno, santa Ana, santa Bibiana, santa Brígida de Irlanda, santa Catalina de Alejandría, santa Catalina de Siena, santa Catalina de Suecia, santa Catalina Labouré, santa Cecilia de Roma, santa Clara de Asís, santa Edith Stein, santa Elena de Constantinopla, santa Escolástica de Nursia, santa Gemma Galgani, santa Hildegarda de Bingen, santa Inés, santa Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal, santa Juana de Arco, santa Lucia de Siracusa, santa María Magdalena, santa Margarita de Escocia, santa Margarita María de Alacoque, santa María Goretti, santa María Magdalena de Pazzi, Santa Mónica, santas Felicitas y Perpetua, santa Rita de Casia, santa Rosa de Lima, santa Teresa de Ávila, santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, santa Teresa de los Andes, santa Teresa de Portugal, santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, santa Teresa de Calcuta, Catalina McAuley, Juana Jugan, Juliana de Norwich, Matilde de Magdeburgo, Concepción Cabrera, María Guadalupe García Zavala, beata María Inés Teresa Arias del Santísimo Sacramento, etc.

Pero no sólo la historia de la Iglesia muestra la presencia vigorosa, evangélica y misionera de las mujeres en la vida eclesial, sino también la realidad actual también exhibe claramente que las mujeres están vitalmente presentes en la Iglesia, que tal como la define el Catecismo de la Iglesia Católica, “es toda la comunidad universal de los creyentes, […] es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero”[3], no la burocracia romana papista. En todo caso, es muy probable que no haya muchas mujeres y que haya mucha presencia varonil en el Vaticano, pero esa situación no se da en la Iglesia universal no burocrática. Llamativamente, en sus palabras don Jorge Mario Bergoglio muestra una visión muy clerical de la Iglesia, visión que tanto detesta pero que en el encuentro mencionado se muestra en todo su esplendor, porque la Iglesia a la que se refiere es la burocrática, no la Iglesia militante extra Vaticanum, ni tampoco la Iglesia triunfante celestial.

3. Tal como lo afirma explícitamente, la concepción eclesial de Bergoglio es una visión clara y esquizofrénicamente feminista radical: para él, la Iglesia “está como esposa, como mujer”, pero “sin masculinización”.  Pero el sentido común más elemental sabe que para ser esposa la mujer necesita el compañero masculino, no puede ser esposa sin un varón. Y también resulta muy llamativo que en su visión de la mujer elimine la maternidad, directamente no la menciona, tal como le gusta al feminismo radical que promueve el clan Soros, que también levanta la bandera del rechazo de lo masculino.

4. Pero lo que resulta grotesco y lamentable es su exhortación final de abordar la tarea de “desmasculinizar la Iglesia”, porque esa tarea ya la ha llevado a cabo prácticamente desde el inicio de su pontificado, defendiendo, promocionando y promoviendo a figuras “masculinas deconstruidas” como monseñor Battista Ricca, el ex cardenal depredador sexual Theodore McCarrick, el ex obispo auxiliar hondureño y abusador serial Juan José Pineda Fasquelle, el sacerdote violador Mauro Inzoli (destituido por Benedicto XVI en 2012 y rehabilitado por Francisco en el 2014, expulsado definitivamente en 2017), el sacerdote jesuita homosexualista James Martin, el homoafectivo cardenal Víctor “Tucho” Fernández, el abusador de seminaristas Gustavo Oscar Zanchetta (asilado, encubierto y protegido por Francisco en el Vaticano hasta que resultó imposible defenderlo), el cardenal Edgar Robinson Peña Parra, los cardenales homosexualistas estadounidenses Joseph William Tobin y Blase Joseph Cupich, el cardenal homosexualista luxemburgués Jean-Claude Hollerich, el fraile dominico Timothy Peter Joseph Radcliffe, el tratamiento VIP en el Vaticano a los prostitutos trans de Torvaianica, etc.

Es evidente entonces que la destitución de monseñor Joseph Edward Strickland como obispo de Tyler (Texas/Estados Unidos) y el ataque histérico contra el cardenal Raymond Leo Burke en estos últimos días son coherentes con la “desmasculinización” de la Iglesia que promueve el obispo de Roma, porque son prelados con los atributos viriles bien puestos. A la “Iglesia misericordiosa” de Bergoglio -y quizás al mismo pontifex- le molestan los hombres, sólo quiere caricaturas seudo varoniles y obsecuentes serviles”.  

 

José Arturo Quarracino

5 de diciembre de 2023

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1 commento

  • Louis Lurton ha detto:

    Merci pour cet excellent article. Je me suis permis de le traduire en français pour vos lecteurs :

    « Démasculiniser l’Église » : le Saint-Siège comme bor..l des Soros ?
    José Arturo Quarracino.
    6 décembre 2023 Publié par Marco Tosatti

    Marco Tosatti
    Chers amis et ennemis de Stilum Curiae, nous proposons à votre attention cet article de José Arturo Quarracino, que nous remercions de tout cœur. En fait, je n’ai pas pu me retenir d’éclater de rire au sujet de l’invitation de Jorge Mario Bergoglio à démasculiniser l’Église, en pensant aux prélats en fuchsia qui errent dans les Palais Sacrés… Je dirais que le problème serait inverse. Bonne lecture et bon partage.
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    « Démasculiniser l’Église » : le Saint-Siège comme bordel des Open Society Foundations des Soros ?

    Il y a quelques jours, le pape Bergoglio a surpris avec un nouveau lapin sorti du chapeau, mais avec des mots qui montrent sa confusion ecclésiologique conceptuelle et doctrinale et sa soumission de plus en plus servile à l’agenda fémi-progressiste du Nouvel Ordre Mondial, qui nie la riche histoire des saintes femmes dans la vie de l’Église catholique.
    Ce 30 novembre, l’évêque de Rome, pontife de l’Église catholique (et ex vicaire du Christ ?[1]) a rencontré les membres de la Commission Théologique Internationale, une organisation qui fait partie du Dicastère pour la Doctrine de la Foi.
    Lors de cette rencontre, don Jorge Mario Bergoglio a improvisé quelques paroles, outre le discours préparé pour l’occasion, dans lequel il a révélé sa confusion doctrinale, son rejet de l’histoire même de l’Église ; des propos qui révèlent la servilité du pontife en faveur de la praxis féministe prêchée et subventionnée par le clan Soros et diffusée à travers les organisations « non gouvernementales » qui œuvrent en faveur du Nouvel Ordre Mondial et de l’Agenda 2030 des Nations Unies/Klaus Schwab [Forum Économique Mondial ].
    Dans ce discours improvisé, don Jorge Mario Soros-Bergoglio a déclaré qu’il y avait peu de femmes à la Commission, seulement 5, et qu’il devrait y en avoir davantage. Et il a dit textuellement : “L’Église est femme. Et si nous ne comprenons pas ce qu’est une femme, ce qu’est la théologie d’une femme, nous ne comprendrons jamais ce qu’est l’Église. L’un des grands péchés que nous avons commis est de “masculiniser” l’Église. Et cela ne se règle pas par la voie ministérielle, c’est autre chose. Cela se résout par la voie mystique, par la voie royale. La pensée de Balthasar m’a apporté beaucoup de lumière : principe pétrinien et principe marial. Cela peut être débattu, mais les deux principes sont là. Le marial est plus important que le pétrinien, car il y a l’Église comme épouse, l’Église comme femme, sans masculinisation”. Et il dit peu après que son intention en soulevant cette question est “d’aider à la réflexion. L’Église comme femme, l’Église comme épouse. Et c’est une tâche que je vous demande, s’il vous plaît. Démasculiniser l’Église”[2].

    1. En lisant ces mots, la première question qui se pose est de savoir où et avec qui l’actuel évêque de Rome a étudié la théologie, car il croit manifestement apporter une grande contribution à la « théologie », alors qu’en réalité il balbutie des paroles à des gens qui, sur le plan doctrinal, ignorent la foi chrétienne, car quiconque initié à la doctrine chrétienne – et bien plus un théologien de profession – a appris que l’Église n’est pas seulement le Corps du Christ, elle est aussi et comme telle l’Épouse du Christ (Eph. 5, 22-23, 25-26 ; Ap 21, 9).
    2. Il déclare ensuite que “l’un des péchés que nous avons commis est de “masculiniser” l’Église”. “Nous avons”? Qui : les Jésuites, ses amis cardinaux, les agresseurs en série qu’il protège ? Qui? Cela aurait été une grande contribution d’identifier à qui il se réfère, car en réalité, s’il y a quelque chose que l’Église du Christ, l’Église catholique, a fait, cela a été de mettre en valeur et faire ressortir son essence féminine, en vénérant dès le début de l’existence de l’Église, la figure et le rôle de la Bienheureuse Vierge Marie, que des millions d’hommes dans le monde prient aujourd’hui en public et à genoux. Mais il semble que le bon François ignore cette réalité. Mais il y a aussi dans le sanctoral de l’Église un grand nombre de femmes proclamées saintes, vénérées sur les autels et inspiratrices dans leur vie de grandes œuvres d’évangélisation et de constitution d’ordres religieux : sainte Agathe, sainte Angèle de Foligno, sainte Anne, sainte Bibiane, sainte Brigitte d’Irlande, sainte Catherine d’Alexandrie, sainte Catherine de Sienne, sainte Catherine de Suède, sainte Catherine Labouré, sainte Cécile de Rome, sainte Claire d’Assise, sainte Edith Stein, sainte Hélène de Constantinople, sainte Scholastique de Nursie, Sainte Gemma Galgani, Sainte Hildegarde de Bingen, Sainte Agnès, Sainte Elisabeth de Hongrie, Sainte Elisabeth du Portugal, Sainte Jeanne d’Arc, Sainte Lucie de Syracuse, Sainte Marie-Madeleine, Sainte Marguerite d’Écosse, Sainte Marguerite-Marie Alacoque, Sainte Maria Goretti , Sainte Marie-Madeleine de Pazzi, Sainte Monique, Saintes Félicité et Perpétue, Sainte Rita de Cascia, Sainte Rose de Lima, Sainte Thérèse d’Ávila, Sainte Teresa de Jesús Jornet Ibars, Sainte Thérèse des Andes, Sainte Thérèse du Portugal, Sainte Thérèse de l’Enfant Jésus et de la Sainte Face, Sainte Thérèse de Calcutta, Catalina McAuley, Jeanne Jugan, Julienne de Norwich, Mathilde de Magdebourg, Concepción Cabrera, María Guadalupe García Zavala, bienheureuse María Inés Teresa Arias du Saint-Sacrement, etc.
    Mais non seulement l’histoire de l’Église montre la présence vigoureuse, évangélique et missionnaire des femmes dans la vie ecclésiale, mais la réalité actuelle montre aussi clairement que les femmes sont vitalement présentes dans l’Église qui, comme le définit le Catéchisme de l’Église Catholique, “est la communauté universelle entière des croyants, […] c’est le peuple que Dieu rassemble à travers le monde”[3], et non la bureaucratie papiste romaine. Quoi qu’il en soit, il est très probable qu’il n’y ait pas beaucoup de femmes et qu’il y ait une forte présence masculine au Vatican, mais cette situation ne se produit pas dans l’Église universelle non bureaucratique. De manière frappante, dans ses paroles, don Jorge Mario Bergoglio montre une vision très cléricale de l’Église, une vision qu’il déteste tant mais qui, dans la réunion susmentionnée, se montre dans toute sa splendeur, car l’Église à laquelle il se réfère est l’Église bureaucratique, et non ni l’Église militante extra Vaticanum, ni l’Église céleste triomphante.
    3. Comme il l’affirme explicitement, la conception ecclésiale de Bergoglio est une vision claire et schizophréniquement radicale : pour lui, l’Église “est comme épouse, comme femme”, mais “sans masculinisation”. Mais le bon sens le plus élémentaire sait que pour être épouse, une femme a besoin d’un partenaire masculin, elle ne peut pas être épouse sans homme. Et il est également très frappant que dans sa vision de la femme il élimine la maternité, il ne la mentionne pas directement, comme ce qui plaît au féminisme radical promu par le clan Soros, qui hisse lui aussi le drapeau du rejet du masculin.
    4. Mais le résultat grotesque et regrettable, c’est son exhortation finale à s’atteler à la tâche de “démasculiniser l’Église”, car il a déjà accompli cette tâche pratiquement dès le début de son pontificat, en défendant, promouvant et promouvant des figures “masculines”. comme Mgr Battista Ricca, l’ancien cardinal prédateur sexuel Theodore McCarrick, l’ancien évêque auxiliaire hondurien et agresseur en série Juan José Pineda Fasquelle, le prêtre violeur Mauro Inzoli (destitué par Benoît XVI en 2012 et réhabilité par François en 2014, définitivement expulsé en 2017), le prêtre jésuite homosexuel James Martin, le cardinal homoaffectif Víctor “Tucho” Fernández, l’agresseur des séminaristes Gustavo Oscar Zanchetta (réfugié, dissimulé et protégé par François au Vatican jusqu’à ce qu’il devienne impossible de le défendre), le cardinal Edgar Robinson Peña Parra, les cardinaux homosexualistes américains Joseph William Tobin et Blase Joseph Cupich, le cardinal homosexualiste luxembourgeois Jean-Claude Hollerich, le frère dominicain Timothy Peter Joseph Radcliffe, le traitement VIP au Vatican des prostituées trans de Torvaianica, etc.
    Il est donc évident que le renvoi de Mgr Joseph Edward Strickland comme évêque de Tyler (Texas/États-Unis) et l’attaque hystérique contre le cardinal Raymond Leo Burke ces derniers jours sont cohérents avec la “démasculinisation” de l’Église promue par l’évêque de Rome, car ce sont des prélats aux attributs virils bien placés. L’“Église Miséricordieuse” de Bergoglio – et peut-être le pontife lui-même – est dérangée par les hommes, elle ne veut que des caricatures pseudo-viriles et des obséquiosités serviles.

    José Arturo Quarracino
    5 décembre 2023

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