Un año de “Fiducia supplicans”: el Papa, la apostasía “sinodal” y la “herejía gay”. Joachim Heimerl 

6 Dicembre 2024 Pubblicato da 1 Commento

 

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum curiae, el padre Joachim Heimerl, a quien agradecemos de corazón, les presenta estas reflexiones sobre la apostasía y la herejía que proliferan hoy en la Iglesia. Disfruten leyendo y compartiendo.

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Un año de “Fiducia supplicans”: el Papa, la apostasía “sinodal” y la “herejía gay”.

por el padre Joachim Heimerl von Heimthal

 

Hay hombres que son como pregoneros solitarios en el desierto, y sabemos por la Biblia que la mayoría de las veces es el Espíritu de Dios el que apoya sobre tales hombres.

Joseph Strickland, obispo de Tyler (Texas), que fue injustamente depuesto por Francisco, es uno de esos hombres.

Comparte el mismo destino que los profetas de la Biblia, es decir, que nadie le escucha.

Millones de personas escuchan ahora al obispo Strickland, los únicos que no lo hacen son sus hermanos en el episcopado.

Cuando Strickland les pidió recientemente que finalmente tomaran una posición sobre el hecho de que Francisco ya no enseña la fe católica, sus palabras cayeron en el vacío. Nadie se atrevió a apoyar al tejano que dijo la verdad tan intrépidamente, ningún obispo en Estados Unidos y ciertamente nadie en otros lugares.

Sin embargo, lo que dijo Strickland sigue siendo cierto: ¡Francisco está a favor de una nueva Iglesia “sinodal” y, con ella, de una nueva fe que ya no es católica y que debe ser rechazada decididamente! Nadie está obligado a creer en una Iglesia “sinodal”. Por el contrario, la fe tradicional de la Iglesia lo prohíbe.

Mientras los obispos guardan silencio sobre todo esto, el Superior del distrito alemán de la FSSPX llamó a las cosas por su nombre. Describió a la “Iglesia sinodal” del Papa como “diabólica”, como una “traición a la misión de Cristo” y como un “anti evangelio”.

Pero incluso esto no molesta a nadie. Una voz de la FSSPX se escucha aún menos en las filas de los obispos que la voz del obispo tejano. En cambio, el silencio de los obispos orquesta una apostasía polifónica: la del Papa y la de gran parte del mundo católico, y casi parece que se trata de una nueva “normalidad”.

¿Pero de dónde viene la indiferencia de aquellos que han sido nombrados guardianes de la verdad y que con su silencio no sirven a Dios, sino a Satanás, el «padre de la mentira» (cf. 1 Jn 3, 8)?

¿Podría su apostasía salir de la nada? –Apenas. En cambio, probablemente había estado latente durante mucho tiempo, y solo se necesitó un Papa como Francisco para que finalmente se hiciera visible.

El polémico documento Fiducia supplicans, publicado hace un año, lo muestra quizás con la máxima claridad posible: el mismo Papa permitió la “bendición” de las parejas irregulares, es decir, la bendición de los homosexuales y adúlteros.

A los ojos de la Sagrada Escritura tal “bendición” es una abominación y una blasfemia. Sin embargo, el documento permaneció en vigor hasta el día de hoy, y la -pequeña- resistencia de los obispos fue sofocada desde el principio.

El significado de Fiducia supplicans es, por lo tanto, doble: el documento es la Carta Magna, que documenta de manera más obvia la apostasía general de los obispos. Y hace visibles las fuerzas que han estado trabajando en secreto en el seno de la Iglesia durante mucho tiempo, es decir, los numerosos homosexuales entre obispos y cardenales.

Ciertamente, no es ningún secreto que el clero ha sido tradicionalmente infiltrado por homosexuales, aunque la gente es reacia a hablar de ello abiertamente. Esto también se aplica al alto clero. Las estimaciones serias (en ausencia de datos confiables) asumen unos buenos dos tercios, e incluso si fueran menos (lo cual no creo), la Iglesia tiene un récord sin precedentes.

Hay muchas razones respecto a esto, sobre todo sociológicas, y especialmente entre los clérigos más antiguos hasta la generación del Papa hay un número superior al promedio de personas que han escapado a las represalias sociales decidiéndose por el celibato.

Hoy, al menos en las sociedades occidentales, las cosas son diferentes, y los homosexuales varados en el sacerdocio y especialmente en el episcopado están ahora empujando con vehemencia tras bambalinas del Vaticano para que la Iglesia se abra al nuevo rumbo. Para decirlo claramente: la Iglesia ha caído en manos de hombres ancianos homosexuales.

Es sólo en este contexto que es comprensible que el Papa hiciera posible lo monstruoso con Fiducia supplicans y al mismo tiempo encontrara tan poca oposición: la “bendición” del pecado y la apostasía de Dios importó a muy pocos; la mayoría de ellos, obviamente, se identificaron con ello hace mucho tiempo y enhebraron el documento de manera muy específica bajo el liderazgo del cardenal Fernández.

Desde entonces, a más tardar, nada ha sido igual que antes: lo que comúnmente se llama la “herejía gay” ha secuestrado a la Iglesia con la aprobación del Papa, y cada vez más obispos y cardenales afirman hipócritamente que de repente han “aprendido” en un “proceso sinodal de escucha”. Habían comprendido, como por un milagro, que la homosexualidad era “querida” por Dios y de ninguna manera un pecado, y esto contrario a la revelación y a la enseñanza de la Iglesia de 2000 años de antigüedad.

Un cambio asombroso, ¿no creen? ¿O no es más probable que todos estos prelados simplemente aprovecharan la oportunidad para justificar finalmente su disposición y “aprobarla” con la ayuda del Papa? ¿Quién más podría promover la “herejía gay” sino esos reverendísimos caballeros que son ellos mismos “gays” y que sólo son impulsados por su condición y no por el “Espíritu Santo”?

Es tan incomprensible como cierto: la Iglesia se encuentra en el cautiverio babilónico de un alto clero homosexual que, a partir de la “herejía gay”, está instalando poco a poco una nueva pseudo Iglesia, la misma de la que nos advierte monseñor Strickland: la “Iglesia sinodal” del Papa.

La nave de la Iglesia experimenta así algo parecido al motín del Bounty, pero con una diferencia crucial: el capitán mismo está aquí con los amotinados, y los hombres, que se cierran al motín “gay” como Strickland, están casi de espaldas a la pared.

Mientras tanto, en la casa del Señor reina el Anticristo, y el mismo Papa le ha erigido un altar a los ídolos con Fiducia suplicans. No será la última si Francisco está en el cargo por un período de tiempo más largo.

Me gustaría contradecir a todos aquellos que ahora objetan que Francisco no es el Papa legítimo de todos modos, y que esta es la única razón por la que estas condiciones espeluznantes son posibles. No hay otro Papa que Francisco. Pero probablemente se necesitó un Papa como él para revelar la obra de Satanás en la Iglesia y llevarla al extremo. Sí, Francisco es el Papa legítimo, y no lo es para la gloria de Dios, sino para la vergüenza eterna de la Sede Apostólica, a la que ha profanado con Fiducia supplicans.

¿Pero sin embargo quizás Dios quiso solamente hacer visible la distorsión de su Iglesia por parte de Francisco para restaurarla a través de un sucesor de Pedro más digno? ¿Quién sabe?

Hasta entonces, es importante escuchar las voces de los hombres correctos, es decir, de aquéllos que justamente no representan la “herejía gay” y, por lo tanto, su propio carácter, sino que, como el obispo Strickland, son la voz de Dios. – “¡El que tenga oídos para oír, que oiga!” (Mt 11, 14).

 

Publicado originalmente en alemán el 5 de diciembre de 2024 por  Marco Tosatti, en https://www.marcotosatti.com/2024/12/05/ein-jahr-fiducia-supplicans-der-papst-der-synodale-glaubensabfall-und-die-gay-haresie-joachim-heimerl/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

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1 commento

  • FRANZ ha detto:

    [“El polémico documento Fiducia supplicans, publicado hace un año, lo muestra quizás con la máxima claridad posible: el mismo Papa permitió la “bendición” de las parejas irregulares, es decir, la bendición de los homosexuales y adúlteros”. ].
    Querido padre lo que usted esta afirmando aqui es muy grave! No se puede decir que un Papa es heretico [“herejía gay”] esto es hir en contra de la fe catolica.
    El canon 752 , si no me equivoco, dice que tenemos religioso respecto hacia al Papa ( voy de memoria). A menos que…resulta no ser el Papa.
    Hay que ser honestos con si mismo y con los filigreses, hay que investigar el asunto de la declaratio de Benedicto XVI con valentia serviendo a la Verdad / Cristo.
    Le ruego padre, ayudenos por el Amor de Dios.
    Gracias
    Francesco M.

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