J’Accuse, Para arrojar luz sobre mi “excomunión”. Texto del Prólogo corregido
18 Dicembre 2024
Lascia il tuo commento
Marco Tosatti
Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, ponemos a vuestra disposición este post publicado en el sitio web Exsurge Domine por el arzobispo Carlo Maria Viganò. Feliz lectura y difusión.
§§§
Monseñor Carlo Maria Viganò
J’accuse
Texto del Prólogo corregido
Debido a un error de redacción, el borrador final entregado a Amazon para su publicación contenía un texto incorrecto del Prólogo escrito por el Dr. Jerome R. Corsi. La corrección de las próximas impresiones ya está en curso, pero para quienes han recibido el libro con el texto incorrecto, informamos a continuación la versión corregida.
En Post Hill Press tenemos el honor de publicar el libro del arzobispo Carlo Maria Viganò: J’Accuse: Para arrojar luz sobre mi “excomunión”.
Con este título, Su Excelencia cita el breve ensayo ¡J’accuse le Concile! que el arzobispo Marcel Lefebvre, fundador de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, escribió en 1976. El arzobispo francés escribió: «Es fundamental desmitificar este Concilio, que los responsables del Vaticano II quisieron que fuera pastoral, debido a su instintivo horror por los dogmas, y para que facilitara la introducción oficial de ideas liberales en un texto de la Iglesia. Pero una vez completada la operación, dogmatizaron el Concilio, parangonándolo con el de Nicea y pretendiendo que era igual a los otros, si no superior».
El día en que fue convocado al Vaticano para defenderse de las acusaciones de excomunión, el arzobispo Viganò hizo pública su proclama «J’Accuse», acusando a Jorge Mario Bergoglio «de herejía y cisma» y exigiendo que «sea juzgado como hereje y cismático y apartado del Trono que ha ocupado indignamente durante más de once años». El paralelismo con el arzobispo Lefebvre es claro: en este libro, el arzobispo Viganò deja claro que es «culpable» sólo de defender dos milenios de teología y liturgia católicas contra la apostasía progresiva del Vaticano II y del papa Francisco. En este libro, Su Excelencia deja claro que la suya «no es una defensa personal, sino la de la Santa Iglesia de Cristo, en la que he sido constituido Obispo y Sucesor de los Apóstoles». Fiel a su conciencia y al mandato recibido de Cristo, monseñor Viganò proclama: «no puedo ni quiero aceptar asistir a la demolición sistemática de la Santa Iglesia y a la condenación de tantas almas sin intentar por todos los medios oponerme a todo ello. Tampoco puedo considerar que un silencio cobarde en aras de una vida tranquila sea preferible al testimonio del Evangelio y a la defensa de la Verdad Católica».
Monseñor Viganò explica que nos encontramos en una batalla espiritual con la izquierda progresista neo marxista “woke”, una batalla en la que Bergoglio se ha puesto del lado de las fuerzas de las tinieblas. Escribe que «el globalismo apoya la ideología LGBTQ+: Bergoglio autoriza la bendición de parejas del mismo sexo e impone a los fieles la aceptación del homosexualismo, mientras encubre los escándalos de sus protegidos y los promueve a los más altos cargos de responsabilidad». «Allí donde los gobiernos al servicio del Foro Económico Mundial han introducido o ampliado el aborto, promovido el vicio, legitimado las uniones homosexuales o la transición de género, incentivando la eutanasia y tolerado la persecución de los católicos, ni una palabra se ha gastado en defensa de la Fe o de la Moral amenazadas, en apoyo de las batallas civiles de tantos católicos abandonados por el Vaticano y por los obispos». Y concluye: «La Iglesia católica fue ocupada lenta pero inexorablemente y a Bergoglio se le encomendó la tarea de convertirla en una agencia filantrópica, la “Iglesia de la humanidad, de la inclusión, del medio ambiente” al servicio del Nuevo Orden Mundial. Pero ésta no es la Iglesia católica: es su falsificación».
El arzobispo Viganò objeta correctamente la premisa básica del Vaticano II, a saber, que la Iglesia católica necesitaba una reforma progresiva para mantenerse al día con los tiempos cambiantes. Preguntó de qué «Iglesia» se alega que él está en estado de cisma «si la que se dice católica difiere de la verdadera Iglesia precisamente en su predicación de lo que aquélla condenaba y en su condena de lo que ésta predicaba». Explicó:
Los seguidores de la “Iglesia conciliar” responderán que ello se debe a la evolución del cuerpo eclesial en una “renovación necesaria”; mientras que el Magisterio católico nos enseña que la Verdad es inmutable y que la doctrina de la evolución de los dogmas es herética. Dos Iglesias, ciertamente: cada una con sus doctrinas, sus liturgias y sus santos; pero para el católico la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica; para Bergoglio, la Iglesia es conciliar, ecuménica, sinodal, inclusiva, inmigracionista, eco-sustentable y gay-friendly.
Concluye afirmando que «la única respuesta teológicamente posible es que la Jerarquía conciliar, que se proclama católica pero abraza una fe diferente de la enseñada sistemáticamente durante dos mil años por la Iglesia católica, pertenece a otra entidad y, en consecuencia, no representa a la verdadera Iglesia de Cristo». El arzobispo Viganò caracteriza a la Iglesia creada por Bergoglio como «la Iglesia profunda, es decir, su falsificación, la contra-Iglesia, la anti-Iglesia del Anticristo». Tomando el ejemplo del Vaticano II, el propósito de esta Iglesia profunda «es hacer que la gente acepte no tanto y no sólo este o aquel cambio de doctrina, de moral, de liturgia, sino el cambio mismo, es decir, la idea de una revolución permanente según la cual la enseñanza de la Iglesia debe cambiar e incluso contradecirse según las diferentes épocas y contextos culturales».
En un brillante ensayo final sobre el “Gran Reinicio”, monseñor Viganò recuerda los fines objetivos satánicos de la élite globalista del Gobierno Mundial Único, una élite que «tiene como objetivo la destrucción y esclavización del Occidente cristiano al Anticristo, después de haberlo alejado de Cristo; y tiene como como finalidad la condenación eterna de las almas, en lugar de su salvación eterna; y como medio la usurpación del poder temporal y espiritual, para que las masas tengan una autoridad perversa capaz de usar la fuerza para mandarlas y hacerlas obedecer».
En J’Accuse, el arzobispo Viganò no sólo ha arrojado luz sobre su excomunión, sino que también nos ha dado un texto teológico profundo que sondea la naturaleza del mal. Al penetrar en el corazón de las tinieblas que es la locura del del Nuevo Orden Mundial “woke”, Su Excelencia nos ha permitido ver en su excomunión hasta dónde llegan los poseídos por el mal para silenciar la verdad mediante intentos malvados. Cada página de este libro exige una relectura atenta y una consideración cuidadosa. En J’Accuse, Monseñor nos ha dejado una declaración perdurable que acompañará las declaraciones teológicas más impactantes jamás hechas, porque sostiene la idea de que sólo Dios puede dar vida y sólo a través de Cristo podemos encontrar la Redención. Al final, Dios vence siempre. Dios no creó esta experiencia de la vida en la Tierra para que Satanás salga victorioso. Pero no podemos presumir de estar del lado de Dios si no comprendemos verdaderamente el mal inserto en el neomarxismo que hoy ha proyectado su oscura sombra sobre nosotros.
Cuando Cristo le dijo a san Pedro que las puertas del infierno no prevalecerían contra la Iglesia apostólica (Mt 16, 18), tenía en mente a hombres como el arzobispo Carlo Maria Viganò. El profeta Jeremías escribe: «Pero Yahvé está conmigo, cual campeón poderoso. Y así mis perseguidores tropezarán impotentes; se avergonzarán mucho de su imprudencia: confusión eterna, inolvidable» (Jr 20, 11). Con este espíritu, Jorge Mario Bergoglio debería estar muy avergonzado. La confusión eterna profetizada en Jeremías no recae sobre el arzobispo Viganò, sino sobre la monstruosidad conciliar y sinodal que Bergoglio ha llevado adelante en su apostasía.
Irónicamente, si el odio de Bergoglio por la verdadera Iglesia Católica no fuera tan grande, nunca habría excomulgado al arzobispo Viganò. Con las palabras aquí escritas, Dios siempre hace milagros en los asuntos humanos, como lo demuestra el hecho de que el arzobispo Viganò nos haya regalado este magnífico libro iluminado por la sabiduría del Espíritu Santo, sólo porque Bergoglio lo excomulgó. Monseñor Viganò ya ha pasado por las llamas del infierno, para posteriormente salir triunfante.
Si el corazón de Bergoglio no se hubiera endurecido contra monseñor Viganò por el odio de Satanás a Dios, jamás habríamos tenido la oportunidad de beneficiarnos de la profundidad de pensamiento de Su Excelencia expresada en estas páginas. Aquéllos que lean este libro podrán recibir la guía espiritual que necesitan para avanzar con confianza hacia la victoria en estos días oscuros. Los que desprecian el mensaje de este libro lo harán bajo su propio riesgo y peligro. La realidad es que el arzobispo Viganò nos ha regalado un libro que iluminará para siempre a la verdadera Iglesia Católica.
Publicado originalmente en italiano por Marco Tosatti el 17 de diciembre de 2024, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
§§§
Aiutate Stilum Curiae
IBAN: IT79N0 200805319000400690898
BIC/SWIFT: UNCRITM1E35
ATTENZIONE:
L’IBAN INDICATO NELLA FOTO A DESTRA E’ OBSOLETO.
QUELLO GIUSTO E’:
IBAN: IT79N0 200805319000400690898
Condividi i miei articoli:
Categoria: Generale