Viganò a los católicos estadounidenses: no financien a la Iglesia en Estados Unidos, una maquinaria infernal. Trump investiga los delitos de los prelados 

7 Marzo 2025 Pubblicato da 1 Commento

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, ponemos a vuestra disposición este post publicado por el arzobispo Carlo Maria Viganò en X (antes Twitter). Feliz lectura y difusión.

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1. ¿Cuál es el estado actual de la Iglesia estadounidense? ¿Cuál ha sido el impacto duradero de su carta de 2018 y las preocupaciones que planteó sobre el liderazgo del papa Francisco?

Durante décadas, la jerarquía católica, al igual que todos los gobiernos occidentales rehenes del Foro Económico Mundial, ha estado compuesta casi en su totalidad por emisarios de un lobby subversivo muy poderoso. Tenemos una Iglesia profunda que se ha infiltrado y ha ocupado la Iglesia Católica, así como un Estado profundo que controla los gobiernos de muchas naciones.

Los miembros de esta contra-Iglesia han transformado a la Iglesia Católica en una organización de apoyo a la izquierda globalista woke, después de haber destruido la fe y la moral y de haber subvertido los propósitos que Nuestro Señor Jesucristo ha dado a Su Iglesia.

El plan debe ser visto en su totalidad: el Estado profundo y la Iglesia profunda son dos caras de la misma moneda, y ambos reciben órdenes del mismo jefe que financia a ambos, como vimos en el escándalo de la USAID.

Es necesario romper el vínculo de dependencia ideológica y financiera de la Iglesia profunda con respecto a la élite globalista, expulsando a los cardenales, obispos y sacerdotes corruptos y chantajeados y promoviendo en su lugar a aquellos cuyas vidas son coherentes con el Evangelio y que tienen en el corazón la salvación de las almas, en fidelidad a la Tradición perenne de la Iglesia Católica.

La Iglesia estadounidense –también gracias al protagonismo en primer plano de los jesuitas estadounidenses en la subversión de la Doctrina católica– se encuentra en una situación desastrosa, deliberadamente planificada en las últimas décadas a través de una infiltración sistemática que podemos decir que se remonta a algunas figuras destacadas: los cardenales Francis J. Spellman (Nueva York), John F. Dearden (Detroit), Joseph Bernardin (Chicago),  Raymond G. Hunthausen (Seattle), Roger Mahony (Los Ángeles) y William J. Levada (San Francisco).

A partir de estos prelados partieron varias cadenas de sacerdotes y obispos corruptos, entre ellos la de Theodore McCarrick y sus “sobrinos”: Kevin Farrell, Blase J. Cupich, Joseph W. Tobin, Donald W. Wuerl, Wilson Gregory, Robert W. McElroy…

Todos son hombres de Bergoglio, protegidos por él, promovidos por él y tal vez chantajeados por él.

No olvidemos el rol decisivo de los seminarios, desde los cuales partió la infiltración y la corrupción capilar del clero.

Si los fieles estadounidenses recortaran los fondos que permiten que esta máquina infernal funcione y, en cambio, apoyaran a las comunidades católicas tradicionales; si la administración Trump investiga y enjuicia a aquellos en la jerarquía católica que han cometido delitos o han tratado de encubrirlos, entonces la Iglesia estadounidense podría salir de esta crisis que la está destruyendo y florecer nuevamente.

2. ¿De qué manera están trabajando para corregir el rumbo los que se opusieron a la dirección emprendida por el papa Francisco en la Iglesia? ¿Qué se está haciendo, si es que se está haciendo algo, para garantizar que el próximo Pontífice no repita lo que muchos consideran las deficiencias de Francisco? ¿O es inútil?  

Muchos piensan que pueden simplemente cerrar el paréntesis bergogliano eligiendo un Papa “conservador” pero que no cuestione el Concilio Vaticano II y sus desastrosas reformas, como el cardenal Raymond Leo Burke o el cardenal Robert Sarah.

Pero esperar que esto suceda es realmente una “Misión Imposible”, dado que 110 de los 138 cardenales fueron creados por Bergoglio precisamente para “proteger” la revolución sinodal bergogliana y garantizar que continúe.

Aquellos que entran al Cónclave pensando que solo tendrán que tapar algunos agujeros, continuando por un camino que ha resultado ser un desastre -me refiero a la revolución conciliar- no obtendrán resultados duraderos.

Son ya sesenta años de errores y horrores que hay que resetear por completo: una empresa titánica, que sólo la intervención divina puede hacer posible. La usurpación de Bergoglio –que denuncié y que me costó la “excomunión”– socava la legitimidad de los cardenales que él creó en estos doce años y la validez de la elección de cualquier sucesor.

Por eso es necesaria una operación de transparencia y justicia antes de proceder a la convocatoria de un Cónclave.

Creer que la muerte de Bergoglio puede simplemente hacernos olvidar todo y permitirnos pasar la página sin hacer nada, sería un gravísimo error y una traición al mandato que Nuestro Señor dio a los Apóstoles y a sus Sucesores.

 

 

Publicado originalmente en italiano el 6 de marzo de 2025 por Marco Tosatti en https://www.marcotosatti.com/2025/03/06/vigano-ai-cattolici-usa-non-finanziate-la-chiesa-usa-una-macchina-infernale-trump-indaghi-sui-crimini-dei-prelati/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

 

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1 commento

  • Amparo ha detto:

    Esto es una farsa. Es incomprensible que el Papa Benedicto XVI renunciase a los 85 años, cuando gozaba de perfecta salud, y que este señor, gravemente enfermo y que apenas puede expresarse -como lo evidencia el último audio en San Pedro- continúe en su farsa mediática.
    Es evidentísimo que en la “renuncia” del Papa Ratzinger hubo coacción y dolo. Por tanto es canónicamente nula. Parece mentira que Cardenales tan inteligentes como Burke y Sarah no se hayan dado cuenta a estas alturas.
    Si no se actúa a tiempo, la farsa se prolongará. Hablo humanamente, porque nada hay imposible para Dios.

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