Para Salvarse Es Necesario Mucho Anticlericalismo. Contra el Clericalismo Enfermizo. Bernardino Montejano.
19 Dicembre 2024
Marco Tosatti
Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, ofrecemos a vuestra atención estas reflexiones del Prof. Bernardino Montejano, a quien damos las gracias de todo corazón. Feliz lectura y compartir.
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EL MOSQUITO Y EL CAMELLO
Encuadremos el tema en el Evangelio que maldice a los escribas y fariseos con estas durísimas palabras: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! (Mateo, 23, 23/24).
El tema es el de la pena de muerte y existen dos extremos viciosos: el del mi exalumno marplatense, inspector Segovia y el del papa Francisco. Segovia la amaba y Francisco la odia. Ambos equivocados, porque en realidad las penas y los delitos, junto con los delincuentes son elementos del sistema penal, porque como ya señala San Pablo, en la Epístola a os Romanos: el César es ministro de Dios para el bien; por eso debe temerle quien obra mal, porque no en vano lleva la espada.
El Antiguo Testamento, ya en el Éxodo ordena: “No matarás al inocente ni al justo”, estableciendo un criterio fundamental, incluso con el ejemplo de un hombre injusto que al horadar los muros de una casa ajena se despoja de su derecho a la vida (23,7 y 22,1)
En esta línea escribe Saint-Exupéry: “Es el horror que me produce la sangre vertida, cuando es inocente, lo que me constriñe a inventar al verdugo”.
Esa sangre inocente derramada, por ejemplo, en Rosario, con víctimas caídas en medio de la guerra la guerra entre bandas, le es indiferente a Francisco, quien repetía: ¡Cuiden a Cristina! sin pensar jamás en los millones de argentinos que debíamos cuidarnos de ella. Espero que pronto las rejas de la cárcel la cuiden. Es el lugar que merece y la espera por sus innumerables entuertos.
Francisco es clerical, se mete en lo que no le corresponde, miente, como en el caso de Roca, en sucedidos históricos, critica la baja de la edad de imputabilidad, aboga contra la prisión perpetua, que califica de “pena de muerte encubierta”, perturba la vida política del país, con las intervenciones de su empleado Grabois y sus grupos de presión como el Movimiento de la Economía popular, que maneja desde la unidad básica instalada en el Vaticano.
Un grande, Tomás Casares, decía que “un poco de anticlericalismo era necesario para salvarse”; no dudo como su primer discípulo, a quien nombró como heredero de su cátedra, que si hoy viviera diría: “mucho anticlericalismo es necesario para salvarse”.
Pero hoy asistimos a un enfermizo clericalismo representado entre otros por los curas tercermundanos, los obispos villeros, el arzobispo “Cuesta abajo en la rodada” y hasta el presidente de un grupúsculo de abogados confesionales, capaz de chupar las medias de los tres últimos papas, Juan Pablo II, Benedicto y el actual, en una fatigosa presentación, obsecuente con los tres, para no quedar desubicado con ninguno. Ese individuo es ajeno a la lógica y la verdad no le interesa. Un ejemplo de clericalismo que asquea.
Pero volvamos desde estas tinieblas a la lucidez de Saint-Exupéry: “Curo al condenado a muerte, porque respeto al hombre; pero después lo fusilo porque respeto al imperio” (Ciudadela).
A Francisco no le interesa que existan en su país campos de concentración en los cuales se apilan verdaderos condenados muerte, porque ellos son sus enemigos y como buen peronista repite “a los enemigos ni justicia”. Para esos muertos civiles no existe el menor interés y la situación de esos prisioneros él la conoce perfectamente porque fue informado por los Dres. Alberto Solanet y Gerardo Palacios Hardy, que viajaron al Vaticano hace años con ese cometido y a quienes despidió después de un frío apretón de manos con un “nos estamos ocupando, nos estamos ocupando”, mentira confirmada por el tiempo transcurrido que mostró su desinterés. Curioso en cambio, el interés demostrado por la delincuente Milagro Sala, “que su asunto se acabe bien y pronto”, a sea la absolución rápida de esa compañera, que goza del beneficio de la prisión domiciliaria negada a muchos militares e integrantes de las fuerzas de seguridad que hace rato cumplieron los setenta años.
Pero vueltos al tema de la pena de muerte, Francisco prisionero de la ideología abolicionista, que comparte con su empleado Zaffaroni, cuela el mosquito y se traga el camello. Eso sucedió hace muy poco, cuando aprovechó el final del Ángelus, en la fiesta de la Inmaculada Concepción para volver a pedir por el fin de la pena de muerte. Pidió por los detenidos en los Estados Unidos que están en el corredor de la pena de muerte y dijo textualmente: “creo que son 13 o 15”. Aquí tenemos al mosquito.
Pero omitió al camello, que comienza con China, con alrededor de cinco mil ajusticiados, lugar donde mejor se aplica la doctrina social de la Iglesia, según el arzobispo Sánchez Sorondo; sin embargo, son estimaciones porque no existen estadísticas debido a que en ese inmenso país el tema es secreto de Estado.
Según las estadísticas del año 2022. después siguen países musulmanes como Irán, con 576, Arabia Saudita, con 196 e Irak con 11.
Esto es lo más grueso del camello, que Francisco se traga junto con las matemáticas, para quedarse y regodearse con los pocos más de diez de los Estados Unidos.
Pero otro tema clave son los delitos castigados con la pena de muerte en los países musulmanes: apostasía, brujería, adulterio, bandolerismo, homosexualidad, por ejemplo.
Tanta hipocresía me enfurece, tanto clericalismo me asquea. ¡Basta de clericalismo enfermizo! ¡Basta de incursionar constantemente en la esfera del César!
Necesitamos con urgencia un baño de verdad y de veracidad. Digamos ¡Basta al reinado de la mentira, la simulación, la hipocresía, la jactancia, la falsa humidad (ironía en sentido clásico, no en el actual del término)!
Buenos Aires, diciembre 11 de 2024.
Bernardino Montejano
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Tag: clericalismo, francisco, montejano, papa
Categoria: Generale