Ecología, Iglesia, Encíclicas y Mentiras. Bernardino Montejano.
9 Settembre 2024
Lascia il tuo commentoMarco Tosatti
Estimados StilumCuriali, el Prof. Bernardino Montejano, a quien va nuestro agradecimiento, ofrece a su atención estas reflexiones sobre Iglesia y ecología. Feliz lectura y difusión.
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ECOLOGÍA Y MACANEO
Siempre me han interesado los problemas vinculados con la ecología. A esto responden los estudios “La conservación de las instituciones naturales o el ecologismo integral”, presentado en un symposio organizado en Buenos Aires, año 1981, por OIKOS, Asociación para la Promoción de los Estudios de los Problemas Territoriales y Ambientales; “Ecosofía. La morada del hombre”, presentado en el symposio “Ecología y Filosofía”, organizado por la Universidad de Mendoza, en 1993 y finalmente, al término de mi presencia en la UCA siendo Zecca, el ácaro rector, Laferriere, secretario académico, Limodio decano y Herrera secretario académico, una clase doble, publicada con el título “Perspectivas teológicas y filosóficas de la cuestión ambiental”.
A ninguno de ellos les interesaba el asunto, porque Bergoglio no había sido elegido Papa y no había comenzado su prédica de una ecología “pura”, para hablar en lenguaje de Hans Kelsen. El estudio se publicó en la revista Verbo, Speiro, Madrid, n° 453/454, marzo-abril de 2007, págs. 301/323.
El 24 de mayo de 2015, el papa Francisco publicó la encíclica Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común.
La encíclica comienza con citas que muestran la preocupación de los papas anteriores por el tema y así desfilan Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Siguen después varias citas del patriarca Bartolomé, para quien es necesario que cada hombre se arrepienta “de sus propias naneras de dañar el planeta”, porque “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”.
Bartolomé llama la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales… Nos propone pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que significa aprender a dar.
Concluye la introducción con un recuerdo de san Fracisco de Asís, “ejemplo de una ecología integral”.
Después viene el cuerpo de la encíclica que van del n°17 al 246, con 150 citas que van desde Tomás de Aquino a Alí Al Kawwas, de Romano Guardini a la Carta de la Tierra y la lectura se vuelve fatigosa. Hay acumulación de temas sin orden ni concierto. Es una amasijo de datos sin arquitectura. Poca sustancia y demasiado macaneo. Lamentable.
Este es el texto que guía a los obispos argentinos de hoy, quienes repiten la misma cantinela, porque tampoco estudian, pero que logran, con sus a priori ideológicos, que yo adhiera a lo que sostiene, discutiendo con un par de ellos, un ser tan despreciable como Pichetto.
Quiero aclarar que nunca estuve de acuerdo en nada con el actual diputado nacional Miguel Angel Pichetto, ni en su etapa kirchnerista, ni en su etapa macrista, ni en la actual, adscripto a Encuentro Federal.
Su actuación siempre fue repugnante y gracias a su habilidad e influencia, consiguió que los procesados puedan ser candidatos y ejercer los cargos para los cuales sean electos, fue el promotor en el Senado del derecho al aborto y siempre apoyó la ideología de género, la educación sexual y cuanta porquería uno pueda imaginar.
Pero hoy por primera vez en mi vida, estoy de acuerdo con Pichetto y es con sus declaraciones críticas de algunos prelados, enrolados en la línea que les bajan desde Roma, y que dicen así: “Los obispos de la Patagonia están en contra del progreso y el desarrollo. Se oponen al oleoducto, al gasoducto y a todo lo que significa trabajo. Parece que quieren más pobres y menos oportunidades para la gente” (Nota aparecida hoy, 31 de agosto, en “La Nación” (diario), con el título “Preocupa a la Iglesia una obra que favorecerá a Vaca Muerta”
En la nota se aclara que “las obras anunciadas en Río Negro, consideradas de vital trascendencia para favorecer la capacidad exportadora las reservas de gas y petróleo de Vaca Muerta, se ejecutarán en el sur de la Provincia, sobre la costa del golfo San Matías, ocho kilómetros al sur del Parque Nacional Islote Lobos y ocho kilómetros al Norte del Área protegida Puerto Lobos”.
El obispo de Rawson, Roberto Álvarez, en carta al gobernador Ignacio Torres, le plantea si la Provincia no debe atender los riesgos ambientales, en tanto el obispo del Alto Valle, Alejandro Benna, advirtió sobre los peligros de “los proyectos que hipotecan el agua y la tierra” y pidió que ante los proyectos de explotación minera, “se escuche a la gente y exista un diálogo transparente, no audiencias públicas que son obras de teatro con actores pagos”.
Parece increíble, pero estos obispos, designados por un papa que en toda circunstancia (Venezuela, Nicaragua, Ucrania, Tierra Santa, etcétera) apela al diálogo para solucionar cualquier problema, desconfíen y denigren las audiencias públicas, en las cuales tienen la posibilidad de dialogar.
Parece chiste, pero ante un proyecto apoyado por Milei y el gobierno de Río Negro, todos son obstáculos, mientras jamás cuestionaron nada a los gobiernos anteriores, que robaron en forma descarada y hasta ahora impune, y acabaron fundiendo al país.
Buenos Aires, agosto 31 de 2024.
Bernardino Montejano
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Tag: ecologia, montejano, papa
Categoria: Generale